Pole dance: el deporte que me enseñó a amarme a mí misma.

Mi obsesión por el pole dance comenzó hace casi cinco años cuando mi maravillosa amiga, Alessandra, decidió organizarme una fiesta sorpresa completamente inesperada. No puedes imaginar mi emoción cuando abrí la puerta para encontrar a mi hermana que vive en París! Amigos viejos y nuevos se unieron para celebrarme … ¡fue maravilloso!

La actividad elegida es un verdadero testimonio de que mis hermanas y amigas me conocen bien, porque me llevaron con los ojos vendados a un estudio de pole dance. La hermosa y muy talentosa Sarah Louise Preston estuvo allí para saludarnos y procedió a mostrarnos algunos movimientos.

En este punto debo expresar mi asombro total al ver a una bailarina profesional moverse combinado danza clásica con un tubo de metal. Parece fácil y sin esfuerzo – hasta que lo pruebas. Con la primera lección me quedé impresionada. ¿Una persona puede realmente moverse con tanta gracia alrededor de este palo? ¡Vas contra la gravedad! Pero con un par de intentos y una muy buena profe, si que puedes!

Con una sola clase estaba enganchada. Cada semana, dos veces, y sin falta, estaba decidida a seguir en este deporte nuevo – siempre teniendo en cuenta mi movimiento favorito: ‘super-girl’. «Un día quiero hacer esta figura!», me dije. Lo que Alessandra no se dio cuenta es que ella no sólo me estaba organizando una gran fiesta para celebrarme, sino que me estaba regalando confianza.

Creer en ti mismo es crucial cuando inicias un nuevo pasatiempo, ya sea pintura, nadar o lo que sea. Sólo la autodeterminación te dará la motivación para sobresalir. A los 30 años, yo dudaba en mi capacidad de empezar no sólo una nueva aventura, sino también de dominarla. Obviamente, cuanto más progreso haces, más puedes realmente ver lo que estas mejorando…entonces más feliz serás contigo mismo y tu ego tendrá su merecido empujón de autoestima.

No te tomas esto a la ligera. Lo que estoy diciendo es importante, no solo para tener éxito con tu pasatiempo o mejorar tu forma física, sino sobre todo para ser feliz contigo mismo y sentirte más a gusto con los demás. Para los que me conocen, saben que la timidez nunca fue mi atributo, pero cuando estás en sujetador de deporte y pantalones super cortos, frente a un espejo con otras seis chicas semidesnudas, no puedes dejar de mirarte a ti mismo y hacer lo inevitable: juzgar. Lo hacemos todos, somos todos culpables. Nos juzgamos a nosotros mismos, juzgamos a los demás, nos comparamos, y todo este proceso puede ser tan desalentador que te dan ganas de tirar la toalla.

No lo hagas! Lo que encontré en la clase de pole dance no sólo fue una conexión  intensa con mis hermanas de pole dance, sino también una motivación colectiva para que cada se mejore como persona físicamente, emocionalmente y mentalmente. Parece cursi decirlo, pero descubrí una nueva imagen de mi misma. Aceptar lo que ves en el espejo puede ser una cosa muy difícil, pero amar lo que ves en el espejo es el nivel máximo de autoestima possible.

Por lo tanto, para aquellos que todavía tienen la vieja mentalidad que pole dance es igual a ser stripper: ¡para! Una vez mis tíos italianos vieron un post mío en Facebook, y me llamaron para ver si estaba haciendo lecciones de «lap dance». No. No me quito la ropa. No me pagan para bailar en frente de un grupo de hombres salidos y borrachos. Entiendo que los términos en inglés pueden ser confusos, pero es importante distinguir y no dar una mala connotación a este deporte moderno. Crecer más fuerte y ganar elegancia en una clase de deporte es algo a lo que cualquiera puede aspirar.

Estoy luchando contra los límites más altos con mi cuerpo y mi mente, y hasta ahora no veo nada de negativo. No estoy obligada a ser sexy, pero quiero serlo, porque me gusta lo que veo en el espejo. No quiero ocultar lo que este nuevo deporte me hizo, porque me ayudó a aceptarme a mí misma, y soy una persona mucho más feliz a causa de ello.

Si tienes curiosidad por probar una clase de pole dance, te animo a que lo pruebes. La primera vez puede ser aterrador, pero quién sabe. Tu también puedes terminar queriéndote un poco mas.